04 septiembre, 2008

Luz para que otros puedan despertar

Los jóvenes ecuatorianos han despertado después de un gran dormir. Se ha dado inicio, en la ciudad de Guayaquil, este despertar tan importante y característico para la historia como para el pueblo ecuatoriano. Una llama se ha encendido en las almas de los jóvenes guayaquileños, una llama que ha sido tan esperada y necesitada.

Contamos con el gran ejemplo dado por los jóvenes venezolanos, los cuales se enfrentaron sin bajar en ningún momento sus cabezas ante el tirano, y sin posibilidades alguna de victoria perseveraron con inteligencia en su lucha y consiguieron lo que tanto anhelaban.


Estos jóvenes comenzaron como un simple puñado de estudiantes idealistas que decidieron de una vez por todas no seguir tolerando el totalitarismo. No dejarse aplastar por el gran poderío del régimen y hacer escuchar su voz fueron los ideales para su nacimiento, estos fueron evolucionando y asimilaron otros de gran importancia como la unión y la perseverancia, los cuales fueron escenciales para su tan esperada victoria.

Primero, es el alto en firme por parte de los estudiantes ante los actos de represión de que son victimas, ya que su juventud mas los ideales impregados en ellos los hace un peligro en potencia que deben según el tirano de turno, ser sofocados, amedrentados, perseguidos o por último eliminados. En nuestro país ya vivimos este muy importante paso, el Despertar.

Superado ese gran primer paso y encendida la llama de no dejarse aplastar como se lo intenta hacer, viene uno de gran importancia y quizá escencial. Los jóvenes tienen que sostener esa llama encendida y mantener la calma para que ese gigante sin limites no los elimine en su reciente surgimiento y poder armar una resistencia que consiste en paciencia, sacrificio e inteligencia.

La resistencia de jóvenes ecuatorianos tiene que surgir. Ante el visible poder ilimitado es la única formula posible de reducir los gigantes niveles de autoritarismo que se vive y que se vivirán con mas intensidad en el futuro del país. Tiene que ser una resistencia clandestina, donde el gigante no vea quien es el causante de los desmanes a sus ideales, sucumbiendo ante el temor de lo desconocido errará y cantaremos victoria.

El tiempo dirá que la resistencia con ideales magnánimos, inteligencia superior, paciencia incalculable y sacrificios inigualables, darán luz para que otros puedan despertar y sean capaces de unirse a la causa común. LUCHAR POR LA LIBERTAD.


JJO

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